Un hombre de más de treinta años de casado con su novia de la
infancia dijo: “Todavía me gusta tomar la mano de mi esposa”.
A
continuación, sin embargo, admitió que la motivación era distinta a
cuando era una adolescente.
-”Cuando éramos jóvenes”, reflexionó, “sentía una descarga eléctrica
cuando tocaba su mano.
Ahora mi vida parece cargada de demasiada
electricidad y siento paz cuando tomo su mano”.
El tomarse de las manos puede significar mucho más que “Te amo”. A
veces puede significar: “Te necesito”, “Me importas” o solo “Aquí
estoy”.
Las raíces del amor se ramifican y entrelazan con el tiempo. Entran
en juego muchas fuentes de amor e intimidad.
Algunas veces se arraigan
en la compasión, otras en un sentido de hacer lo que es recto. A
veces crecen de dar ayuda, otras de recibir ayuda.
Mire de una forma diferente a su cónyuge hoy. Busque algo nuevo que
apreciar: ¡Es muy posible que descubra que se vuelve a enamorar!
Un matrimonio de éxito requiere enamorarse, muchas veces, siempre de la misma persona.