Allí, a orillas del mar, donde la playa es un murmullo
en la quietud de una tarde que se aleja lentamente y el viento despeina las
palabras para transformar cada poema, cada momento compartido en ilusiones, voy
a esperarte...
Con la mesa tendida y adornada con el mantel que
tejieron los delfines, juntaremos nuestros sueños para hacer uno solo, y no
guardaremos nada, absolutamente nada...
Será la explosión de un sentimiento contenido que sale
al ritmo de un tsunami enamorado para fluir y bailar en la melodía del amor
correspondido, el amor que supo de esperas, fuerte, sólido, irrenunciable...
Y entre velas rojas con aromas de jazmín, luces tenues
que solo permitirán nuestro cruce de miradas cómplices y sonrisas delicadas...
Un vino Rioja a la ocasión que será el complemento ideal a una sabrosa y
exquisita variedad de ostras, gambas, mariscos y centollas entre unas rosas
rojas que contemplen desde el centro el aroma perfecto de la velada soñada...
Pegada a tu pedazo de pan infaltable, el café, la tarta helada de chocolate, la luz del faro apuntando al centro de la mesa, serán sólo detalles graciosos y hermosos que algún día será una página más de nuestro album de momentos inolvidables...
Pegada a tu pedazo de pan infaltable, el café, la tarta helada de chocolate, la luz del faro apuntando al centro de la mesa, serán sólo detalles graciosos y hermosos que algún día será una página más de nuestro album de momentos inolvidables...
Mientras tanto, seguimos dibujando playas de la mano
en un tiempo que nace y crece...que empieza a escribir sus primeros capítulos
de una historia enamorada que algún día leeremos juntos...