Pocas cosas hay tan gratificantes como la sonrisa: ya sea de un niño, de tu familia, del médico que te atiende, de los conocidos que saludamos por la calle...; el caso es que una sonrisa abre todas las puertas.
Esta actitud no es nada fácil, porque con frecuencia nuestro rostro se ve atormentado y rodeado por los contratiempos que la vida nos presenta cada día. De aquí la importancia que tiene echar mano de ideas y expresiones que nos hagan sonreír y afrontar las vicisitudes del día a día con buen humor.
Es preciso intentarlo porque de esta forma los problemas se vuelven más pequeños: nuestro estado de ánimo se encontrará más rejuvenecido, inspirando confianza y tranquilidad.
La Madre Teresa de Calcuta dijo a este respecto: “No permita que nadie venga a usted sin irse mejor y más feliz. Sea la expresión viviente de la bondad de Dios; bondad en su cara, bondad en sus ojos, bondad en su sonrisa”.
Esta actitud no es nada fácil, porque con frecuencia nuestro rostro se ve atormentado y rodeado por los contratiempos que la vida nos presenta cada día. De aquí la importancia que tiene echar mano de ideas y expresiones que nos hagan sonreír y afrontar las vicisitudes del día a día con buen humor.
Es preciso intentarlo porque de esta forma los problemas se vuelven más pequeños: nuestro estado de ánimo se encontrará más rejuvenecido, inspirando confianza y tranquilidad.
La Madre Teresa de Calcuta dijo a este respecto: “No permita que nadie venga a usted sin irse mejor y más feliz. Sea la expresión viviente de la bondad de Dios; bondad en su cara, bondad en sus ojos, bondad en su sonrisa”.
¡Qué palabras tan acertadas!