domingo, 18 de diciembre de 2011

Leer y pensar...


Atrévete a conocer. Ten el valor de usar tu propia inteligencia. (Kant)

Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una. (Voltaire)

Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.(Voltaire)

Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo. (Voltaire)

El que revela el secreto de otros pasa por traidor; el que revela el propio secreto pasa por imbécil. (Voltaire)

El amor propio, al igual que el mecanismo de reproducción del género humano, es necesario, nos causa placer y debemos ocultarlo. (Voltaire)

Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde se encuentra remedio a todos los males. (Voltaire)

Azar es una palabra vacía de sentido, nada puede existir sin causa. (Voltaire)

Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás. (Voltaire)

Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero. (Voltaire)

Todo les sale bien a las personas de carácter dulce y alegre. (Voltaire)

Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho. (Rousseau)

Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan. (Rousseau)

La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras. (Rousseau)

Una de las ventajas de las buenas acciones es la de elevar el alma y disponerla a hacer otras mejores. (Rousseau)

Pueblos libres, recordad esta máxima: Podemos adquirir la libertad, pero nunca se recupera una vez que se pierde. (Rousseau)

El hombre ha nacido libre y por doquiera se encuentra sujeto con cadenas. (Rousseau)

Quitad de los corazones el amor por lo bello, y habréis quitado todo el encanto a la vida. (Rousseau)

La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces. (Rousseau)

Siempre he creído que lo bueno no era sino lo bello puesto en acción. (Rousseau)

Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición, se esconden frecuentemente bajo ese velo uniforme y pérfido de la cortesía. (Rousseau)