Llévame...
a tus noches de luna clara,
para sentirme preso de tu mágia,
abrazado a tus melancolías,
tu belleza y tu fragancia.
Llévame...
al país donde habitan las musas,
donde se vive la poesía,
y el amor no es una quimera.
Llévame...
a tu fábrica de sonrisas,
y besos de caramelo,
allá donde los corazones rotos,
se curan con un "te quiero".
Llévame...
donde mis labios puedan ser,
el refugio de tus besos.