sábado, 16 de junio de 2012

LA LEYENDA DEL RIO MIÑO


"El dios Júpiter quedó prendado de la hermosura de la tierra gallega, y que para poseerla la atravesó con un río, el Miño, pero su esposa, la diosa Juno, tuvo un ataque de celos. Como no estaba dispuesta a compartir su amor con una extraña,... tomó la decisión de afear su faz y así hacer desistir a su esposo de la conquista.
 
 Para ello abrió una profunda herida e hizo correr por ella otras aguas, de tal forma que Júpiter tomase la decisión de repudiar esa nueva compañera. Lo que la diosa 

Juno no entendió en ese momento ni nunca, es que su acción acrecentó la belleza de esta tierra, creando unos cañones de un desnivel que en muchos lugares superan los trescientos metros de altura, convirtiendose en los afanados CAÑONES DEL SIL".
(Leyenda popular)

Madurar





Hemos llegado al límite
de la pista crucial.
Tenemos todo listo,
larguemos a volar.
Elegir el camino
aunque incierto el destino
que va a deparar
esta ruta imaginaria
que en aire como en agua,
está escrita sólo para
los que buscan navegar.

PASAR PÁGINA



La vida se parece a un libro en el cual vamos leyendo, captando ideas y conocimientos. 
Al pasar la página, dejamos algo atrás, damos por terminado el tema y seguimos adelante con la finalidad de conseguir nuevos sucesos, nuevos capítulos.
En nuestro caminar diario, podemos encontrarnos en varias situaciones: un momento trágico o doloroso, un mal resultado en los exámenes, un desengaño amoroso, una discusión violenta… Es cuando decidimos “pasar página”. 
Los malos momentos vividos hemos de dejarlos atrás, olvidar los odios y rencores, porque cada día traerá un nuevo capítulo, una nueva vivencia 
Es aquí cuando debe entrar en juego nuestra felicidad, que es un trayecto, no un destino.
Tito Livio decía:“Olvidemos lo que ya sucedió, pues puede lamentarse, pero no rehacerse”.
Uno de los días mas hermosos del mundo es hoy, es nuestro. Debemos disfrutarlo.


"Y a otra cosa, mariposa”.

viernes, 1 de junio de 2012

Seguiré soñando mientras pasa la vida

 
Yo seguiré soñando mientras pasa la vida,y tú te irás borrando lentamente en mi sueño.Un año y otro año caerán como hojas secasde las ramas del árbol milenario del tiempo,y tu sonrisa, llena de claridad de aurora,se alejará en la sombra creciente del recuerdo.

Yo seguiré soñando mientras pasa la vida,y quizás, poco a poco, dejaré de hacer versos,bajo el vulgar agobio de la rutina diaria,de las desilusiones y los aburrimientos.Tú, que nunca soñaste más que cosas posibles,dejarás, poco a poco, de mirarte al espejo.

Acaso nos veremos un día, casualmente,al cruzar una calle, y nos saludaremos.Yo pensaré quizás: «Qué linda es, todavía».Tú, quizás pensarás: «Se está poniendo viejo».Tú irás sola, o con otro. Yo iré solo, o con otra.O tú irás con un hijo que debiera ser nuestro.
Y seguirá muriendo la vida, año tras año,igual que un río oscuro que corre hacia el silencio.Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto,o una canción de entonces me traerá tu recuerdo.Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas,pensaré en ti un instante, pero cada vez menos.

Y pasará la vida. Yo seguiré soñando,pero ya no habrá un nombre de mujer en mi sueño.Yo ya te habré olvidado definitivamente,y sobre mis rodillas retozarán mis nietos.Y quizás, para entonces, al cruzar una calle,nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos.

Y una tarde de sol me cubrirán de tierra,las manos, para siempre, cruzadas sobre el pecho.Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos,te pasarás las horas bostezando y tejiendo.Y cada primavera renacerán las rosas,aunque ya tú estés vieja, y aunque yo me haya muerto.
José Ángel Buesa